¿Qué te llamó la atención del proyecto de WLB cuando lo conociste?
Me atrajo mucho la idea de poder disponer de un espacio para compartir experiencias, colaborar en proyectos y poder prosperar gracias al apoyo mutuo de mujeres talentosas que puedan servir de faro en este proceso de desarrollo profesional en el que estamos inmersas. Poder apoyarnos conjuntamente para no perder de vista nuestro objetivo, para lograr alcanzar nuestros sueños y no caer en el desánimo por el camino, porque quien más o quien menos, seguro que todas hemos pasado o pasaremos por un momento de bajón en nuestra carrera profesional, y el compartir lo aprendido puede ser de mucha ayuda para mujeres que atraviesan ese momento. Me gusta, especialmente, el concepto de asociarnos para poder crecer y mejorar como mujeres profesionales en lugar de ponernos trabas entre nosotras, cosa que no hace sino ir hacia atrás como colectivo.
¿Qué te gustaría que (te) aportase un proyecto como WLB?
Conocimiento y motivación para poder continuar impulsando el liderazgo femenino en un momento en el que el término «empoderamiento», tan de moda últimamente, está dejando de ser una palabra recurrente para dar paso a un movimiento que está cambiando el papel de la mujer tanto en el ámbito laboral como social, consiguiendo que finalmente las mujeres nos lo creamos y demos pequeños pasos hacia adelante para dejar un mundo mejor a las mujeres que vienen detrás.
¿Qué crees que pueden aportar perfiles como el tuyo (a otras mujeres afines)?
Soy una persona muy involucrada y comprometida con aquello con lo que me apasiona, me encanta escuchar y asesorar a toda persona que acuda a mi para pedirme consejo. Durante mucho tiempo, además, he tenido que formar parte de un entorno muy masculinizado en el que casi siempre era la única mujer, lo que ha hecho que eso forje mi carácter competitivo y de supervivencia, me ha tocado enfrentarme a retos de toda índole que perfectamente podrían formar parte del guion de una película.
¿Cómo te han ayudado otras mujeres en tu carrera profesional?
Desafortunadamente, en mi trayectoria profesional, no he tenido ocasión de compartir mucho tiempo con mujeres debido a que principalmente las empresas para las que he trabajado estaban formadas por hombres, entre los cuales me sentía como pez en el agua. Ellos me han ayudado mucho y pese a que no he sentido siempre el apoyo de todos por el mero hecho de no ser hombre, debo reconocer que en términos generales me siento afortunada y orgullosa de todas aquellas personas con las que he trabajado codo con codo en cualquiera de los trabajos por los que he pasado.
¿A qué mujeres admiras y por qué?
Admiro mucho a las mujeres de antaño, aquellas que sin medios ni apoyos y muchas, sin apenas sustento, luchaban por el cambio sin otro recurso que su esfuerzo, sus ganas y su valentía en una sociedad en la que todo eran obstáculos, prohibiciones y con unas arraigadas costumbres tan difíciles de cambiar, que parecía imposible que aquellos primeros pasos pudieran acabar cambiando el mundo hasta dejarlo como hoy lo conocemos.
¿Qué consejo darías a otras mujeres que te gustaría te hubiesen dado a ti?
Que no te quiten la ilusión si crees firmemente en tu proyecto, sé constante y no cejes en tu empeño por conseguir lo que te propones, cada fracaso nos enseña algo que debemos aprender y nos ayuda a crecer. Si aprendes de la derrota, no habrás fracasado.
