¿Qué te llamó la atención del proyecto de WLB cuando lo conociste?
Llevaba mucho tiempo queriendo aportar mi grano de arena a dar visibilidad al papel de la mujer en la industria y poder de alguna manera fomentar el interés de las niñas y jóvenes por las carreras STEM. Formar parte de un colectivo que trabajase en esta línea y que nos permitiera a las mujeres compartir experiencias y darnos apoyo y visibilidad, era una asignatura pendiente. Woman Lab Bilbao llegó en el momento adecuado, y la ilusión, energía y convicción con la que Laura me presentó el proyecto, hizo que no dudara ni un instante.
¿Qué te gustaría que (te) aportase un proyecto como WLB?
Me encantaría que el proyecto me fortaleciera, en todos los sentidos, personal y profesionalmente, a dar valor a mis puntos fuertes, compartir y superar mis inquietudes, enriquecer mi red de contactos y ayudarme a seguir creciendo como persona y como profesional.
¿Qué crees que pueden aportar perfiles como el tuyo (a otras mujeres afines)?
Toda mi trayectoria profesional se ha desarrollado en entornos muy técnicos y masculinos, y espero poder contribuir a romper ciertos tabúes y animar a otras mujeres a no tener miedo a desempeñar puestos de responsabilidad en estos entornos. Compartir experiencias, algunas buenas y otras no tanto, espero que nos ayude a aprender de esas situaciones y a tomar mejores decisiones en el futuro.
¿Cómo te han ayudado otras mujeres en tu carrera profesional?
La verdad es que en mi trayectoria profesional he trabajado mayoritariamente con hombres, pero cada mujer con la que me he tropezado ha sido un ejemplo de fuerza y determinación. Probablemente por ser pocas en el sector, siempre nos hemos apoyado y ayudado, por lo que ese dicho horrible de que las mujeres no nos ayudamos, bajo mi experiencia es totalmente falso y dañino, y hay que desterrarlo.
¿A qué mujeres admiras y por qué?
Pues tengo que reconocer que mis referencias son muy cercanas, no son grandes científicas ni empresarias de renombre. Gran parte de lo que soy es gracias a mi madre (junto con mi padre), que me enseñó a ser responsable, respetuosa, trabajadora y a intentar hacerlo todo siempre con una sonrisa en la boca. Y también quiero destacar a mis hermanas, que todas ellas han apostado por tener sus propios negocios, lo que pone de manifiesto su valentía y su esfuerzo.
¿Qué consejo darías a otras mujeres que te gustaría te hubiesen dado a ti?
Que confíen en ellas mismas siempre, sin duda. Creo que muchas veces las mujeres nos ponemos límites a nosotras mismas, todavía creemos que tenemos algo que demostrar y sentimos que tenemos más responsabilidad en el ámbito familiar, lo que nos hace sentirnos a veces inseguras y «malas madres», hay que romper esas barreras y quitarnos ese peso injusto de encima.
