¿Qué te llamó la atención del proyecto de WLB cuando lo conociste?
Sinceramente, lo que más me sorprendió fue la capacidad de convocatoria de su evento de presentación. La verdad es que yo no pude acudir porque ese día estaba de viaje pero, es evidente que la curiosidad que me generó la cita cuando recibí la invitación, no se trató de un caso aislado.
¿Qué te gustaría que (te) aportase un proyecto como WLB?
Sin conocer realmente el corazón del proyecto, creo que sería interesante que WLB propiciara encuentros atractivos de networking, talleres formativos, charlas experienciales, oportunidades para el one to one, donde puedas conocer otras personas interesantes para tu actividad profesional, tanto por su trayectoria como por lo que hacen. Creo que hay ciertas colaboraciones que podrían sumar muchísimo a determinados proyectos y a veces es complicado encontrar las sinergias adecuadas con otros profesionales, principalmente por desconocimiento.
¿Qué crees que pueden aportar perfiles como el tuyo (a otras mujeres afines)?
Entiendo que lo mismo que otros muchos perfiles: mi experiencia que, al igual que la de cualquier otro profesional, es única. No me considero experta en ninguna materia y mi actitud es de aprendizaje permanente. De hecho, cuantas más cosas aprendo más consciente soy de que ni en 10 vidas alcanzaría un conocimiento suficiente. Pero también es cierto que empecé a trabajar muy joven porque tengo una personalidad inquieta y ello me ha permitido vivir diferentes etapas profesionales, en diversos sectores y tipología de negocios, desde la óptica de departamentos distintos y, sin apenas darme cuenta, me he ido construyendo un perfil muy singular por su polivalencia y capacidad de adaptación. Y la verdad es que me gusta, porque nunca me he aburrido trabajando.
¿Cómo te han ayudado otras mujeres en tu carrera profesional?
A mi no me gusta demasiado diferenciar en este ámbito entre mujeres y hombres. La verdad es que en mi carrera profesional he tenido grandes personas a mi lado que me han aportado mucho, pero mentiría si dijera que me he sentido más apoyada por las mujeres que por los hombres. Muchos profesionales me han apoyado en momentos difíciles o ante la toma de decisiones críticas, en situaciones de incertidumbre o inseguridad, porque creo que todo profesional pasa por situaciones así y yo he tenido la fortuna de haber conocido muchas personas que han sido claves en mi camino, personas íntegras, honestas, inteligentes y empáticas que saben que les llevo dentro.
¿A qué mujeres admiras y por qué?
Supongo que hay cientos de mujeres admirables pero, sinceramente, no me atrevería a dar el nombre de ninguna que no conozca bien o haya tratado personalmente. Así que, en este punto, me permito hacer un homenaje a todas las mujeres que, en décadas anteriores y con muchísimos menos recursos que nosotras hoy en día, han aportado grandes logros a la sociedad.
Y hablo de muchas de nuestras abuelas y de nuestras madres. Ellas han conseguido que tantas mujeres sean quienes son hoy en día, un referente en la sociedad, la cultura y el entorno empresarial.
Provienen de una generación donde estudiar una carrera no estaba al alcance de cualquiera. Mi madre, por ejemplo, cosía desde los 16 años para ayudar en casa ya que era la mayor de 9 hermanos. Una generación de mujeres admirables porque son fuertes, resilientes, con una gran capacidad de organización estratégica, expertas en gestión del tiempo y capaces de optimizar al máximo los recursos de la familia, grandes guerreras que no se han rendido ante las dificultades, experimentadas coach en la familia y, muchas de ellas, curiosas en su tercera edad.
Mi madre, por ejemplo, ha dado buena muestra de todas esas habilidades. Incluso hoy, a sus 90 años, sigue interesada en aprender cosas nuevas y no pierde la oportunidad de aportar en la resolución de los problemas. Su curiosidad, de hecho, le ha convertido en una verdadera adicta a la tecnología. Tiene todos o casi todos los gadgets del mercado. Activa en redes sociales como Facebook, Instagram o Youtube. Le encanta jugar al Candy Crush, hablar con Alexa, lee el periódico online y nos tiene fritos a mensajes y emoticonos por WhatsApp. El año pasado hizo snorckel por primera vez y sigue disfrutando de viajar y conocer gente. Igual no es la respuesta adecuada, pero para mí, ella es un ejemplo de mujer admirable.
¿Qué consejo darías a otras mujeres que te gustaría te hubiesen dado a ti?
Que nunca hay que tener miedo. Que las mejores historias se escriben cuando sueltas la mano al pasado. Que trazar un camino es importante pero la intuición también es una gran aliada. Que cuando una experiencia profesional está poniendo en riesgo tu esencia nada es tan importante como saber decir hasta aquí. Que no todos tenemos cabida en cualquier proyecto al igual que no tenemos cabida en cualquier cuadrilla de amigos. Que en cuanto notes que tu situación profesional te está restando salgas corriendo. Que lo único importante es ser honesto y feliz con lo que haces, así como sentirte bien contigo mismo porque, solo así, podrás triunfar profesional y personalmente. Que nunca dejes de reírte, que el humor es un gran aliado, que te olvides del sentido del ridículo, que lo más importante no es el proyecto sino con quien lo vas a llevar a cabo. Que no permitas que nada ni nadie te convierta en lo que no eres.
